Antoni Bellfill. Director de Gestión de Patrimonios de GVC Gaesco
En 1543, Nicolás Copérnico publicaba «De revolutionibus orbitum coelestium» obra en la que presentaba y defendía la teoría heliocéntrica.
Dicha teoría describía el modelo heliocéntrico el cual situaba el Sol como centro del sistema solar desplazando de dicha posición a la Tierra.
A pesar de contar con el beneplácito de las autoridades eclesiásticas, la obra de Copérnico no fue publicada hasta poco después de su muerte. Su prudencia resultó acertada, ya que su obra fue considerada junto a otras como perniciosa para la fe por parte de la Iglesia Católica.
La FED, durante mucho tiempo, ha sido el centro de los mercados y esto puede estar a punto de cambiar.
Centrada en la gestión del tapering, Janet Yellen puede ver desplazado el foco de los inversores hacia la actuación de otros Bancos Centrales.
En este sentido, el Banco Central Europeo ocupa la primera posición.
Mario Draghi, ex Goldman Sachs, conoce muy bien la voracidad de los mercados y el tiempo de los mismos. Su dominio de la materia explica en gran medida que Europa, a pesar del empeño de sus gobernantes, no colapsara.
El BCE ha pasado, en poco menos de dos años, de la más pura y demagógica ortodoxia al firme planteamiento de una QE.
Con su capacidad intimidadora intacta y con un EUR/USD en niveles de 1,36, su potencial expansivo puede resultar demoledor.
A pesar de contar con el beneplácito alemán, Mario Draghi deberá cuidarse mucho de ampararse en posibles escenarios deflacionistas. El Bundesbank seguirá siendo el guardián de las esencias monetarias ortodoxas.
Una acción de este calibre, sobre unos mercados de renta variable como los europeos excesivamente castigados y comparativamente infravalorados, puede representar un impulso definitivo.
En este escenario, aquellas acciones tradicionalmente consideradas defensivas pueden arrebatar el protagonismo a otras con descuentos más reducidos.
Hay que tener en cuenta que la aversión a la deuda por parte de los inversores y la búsqueda de balances sin rastro de la misma ha penalizado en gran medida a determinados sectores tradicionalmente considerados refugio.
En definitiva, estamos hablando de un giro de “growth a value”.
Los próximos meses resultarán decisivos para determinar el epicentro de atención de los mercados, así como la evolución de aquellos activos de renta variable más rezagados. Es posible que nos encontremos ante un… Giro Copernicano.