Juan José Berrocal. Analista de GVC Gaesco
Cuando se habla de General Electric se pone de manifiesto el gran tamaño de esta compañía. Con más de 140 años de antigüedad, fundada por el famoso inventor estadounidense Thomas Edison y con dilatada permanencia en los mercados cotizados, es el verdadero barómetro de la evolución económica americana y donde encontramos un amplio mix de diferentes ámbitos empresariales:
- Generación de Potencia, Energía y Agua: Elementos para el control y automatización para agua, tanto industrial como residuales, turbinas de gas, motores de gas y todo el sistema de generación de energía, desde eólica y solar hasta nuclear, pasando por ciclos convencionales así como motores de diversa índole. Se incluyen también, (ya que así lo recogen los resultados), todo lo relacionado con este campo, desde diseño de software relacionado con de generación de energía hasta sistemas de automatización, optimización y planificación.
- Gas y Petróleo: En este apartado tenemos, entre otros, soluciones para el almacenamiento de gas y petróleo, soluciones para plantas offshore, elementos y equipos para refinerías y petroquímica.
- Gestión de la energía: En él englobaría los sistemas de automatización y control de procesos, controladores, distribución de energía, comunicaciones industriales, equipos de alto voltaje y automatización de subestaciones.
- Aviación: Este importante subsector, para General Electric, incluye servicios y sistemas para aviación, motores comerciales y militares y diferente software para la aviación.
- Salud: Con productos y servicios para el sector de la salud que van desde equipos de mamografías hasta sistemas de administración de anestésicos.
- Transporte: Motores diésel para barcos, motores y herramientas para perforación, locomotoras y equipos de señalización para ferrocarriles.
- Aplicaciones e iluminación: Tanto para empresas como para particulares (luces de fiesta para automóviles, luminarias industriales, etc.).
General Electric, con un pasado brillante pero venido a menos, encara el futuro de forma esperanzadora por el reciente anuncio de la venta de su división financiera, de la mano de su consejero delegado Jefft Immelt, responsable del cambio de rumbo y, en mi humilde opinión, decisión acertada, enfocándolo al negocio clásico industrial. Como solemos decir, “zapatero a tus zapatos”
La historia de GE está llena de grandes éxitos y algún que otro fracaso sonado, que tienen en Jack Welck, antiguo Consejero Delegado, como principal responsable por su empeño en explorar el ámbito financiero y llevar a la compañía a perder el rumbo original.
Coincidiendo con la reciente crisis financiera, GE se encontró ante el disparadero en su balance de cuenta de resultados, y a punto estuvo de entrar quiebra si no fuera por la intervención de la Administración Obama, tomándose decisiones muy dolorosas para los accionistas como la de una rebaja drástica en el dividendo.
El anuncio realizado el pasado mes de Abril de vender su división financiera inmobiliaria (GE Capital Real Estate) por unos 26.500 millones de dólares puso al mercado en alerta positiva sobre la compañía, ya que significó el decidido compromiso por dedicar sus esfuerzos a poner en valor todo el musculo intrínseco de este gran conglomerado. Su estrategia se centra en que el 90% de los ingresos en el 2018 vengan procedentes del negocio clásico industrial, aprovechando ahora que puede, para realizar compras selectivas, todo ello manteniendo el actual rendimiento del dividendo por acción hasta el 2016 y con la intención y el compromiso de elevarlo más allá de ese año.
Dentro del capítulo de compras selectivas y con intencionalidad de vuelta a las actividades en las que GE se sabe desenvolver muy bien, encontramos la reciente operación sobre Alstom. Tras duras negociaciones con el Gobierno francés, dicha operación derivó en la creación de una empresa conjunta que aglutinara las actividades energéticas de ambos grupos.
Como no podría ser de otro modo, GE se encuentra en la vanguardia del I+D+I , más concretamente en el área de energías renovables. El pasado día 22 de Abril, coincidiendo con el Día Mundial de la Tierra, la compañía puso de manifiesto los logros alcanzados, tales como la disminución de gases de efecto invernadero en un 32 % desde el año 2004, y en un 45 % en el uso de agua dulce desde el año 2006 en sus procesos industriales, todo un ejemplo de compromiso con el medio ambiente.
General Electric tiene en su hoja de ruta inversiones comprometidas de hasta 15.000 millones de dólares para este 2015 añadiendo en el pasado ejercicio, en mi opinión muy acertadamente, otros 10.000 millones con meta 2020.
Dos aspectos importantes desde el lado puramente de interés para el inversor y que el mercado valoró muy positivamente:
- La intención de reducir la cantidad de acciones en circulación entre 8.000 y 8.500 millones de títulos desde los 10.060 con los que contaba a fecha 31 de Enero
- Poner en marcha un programa de recompra de acciones propias que supone ser el segundo mayor de la historia, tras el de Apple Inc., por un montante aproximado de 90.000 millones de dólares, todo un caramelo para sus accionistas ya que no cabe duda que animará el comportamiento de la cotización en bolsa.
Entendemos que General Electric ofrece una potencialidad alcista de cara al largo plazo muy interesante, proyectando precios objetivos entre 34$ y 41$ que, sumado a su rentabilidad por dividendo (3,37%), hacen que sea una opción de inversión muy atractiva.
Desde el punto de vista fundamental, General Electric cotiza a precios interesantes. La compañía ofrece un ratio precio-ganancias de menos de 14 veces los resultados estimados para el próximo año, lo cual implica un descuento frente al mercado en general.
En comparación, el índice S&P 500 cotiza a un ratio precio-ganancias de 18.5 veces los resultados estimados para 2016.