Los peces en el río volverán a beber, y los españoles en las tiendas volverán a comprar. Con la Navidad a la vuelta de la esquina, el consumo se reaviva y se prevé que vuelva a bailar al ritmo de los clásicos villancicos. La principal canción es la tasa de ahorro, que ha alcanzado máximos históricos, a la que se une el otro hit del momento, la confianza y el optimismo que reina entre los consumidores. De hecho, el Índice de Confianza del Consumidor se situó en 97,3 puntos, el doble que hace un año. En su conjunto, forman un magnífico álbum navideño que incita a gastar durante estas fechas tan señaladas.
Se estima que los españoles gastarán esta Navidad una media de 631 euros, un 14% más que en las últimas pascuas anteriores a la pandemia, según el estudio ‘Consumo Navideño 2021’, elaborado por Deloitte. Asimismo, el 62% espera aumentar su consumo durante la campaña de Navidad debido al menor temor al covid-19, al fin de las restricciones y a una mejora de la situación económica.
Además, la mejora sanitaria y económica impactarán positivamente en nuestros patrones de consumo. Así lo manifiestan la mitad de los españoles (46%) que, a pesar de la preocupación por la volatilidad en los precios, se muestra optimista frente a la mejora de la situación financiera en los próximos tres años, según Deloitte.
Sin embargo, a pesar del aumento de la confianza, la crisis de suministros y de materias primas ha puesto en jaque a la economía mundial. El sector consumo se encuentra inmerso en lo que denominan “la tormenta perfecta”, amenazando con deteriorar ese álbum navideño: aumento de los precios de la energía, subida de los precios de las materias primas e incremento de los costes de transporte. La vorágine a la que se enfrenta la industria está entorpeciendo el devenir de las diferentes cadenas de suministros, afectando principalmente a productos como los videojuegos, electrodomésticos, coches y juguetes.
El sector juguetero, uno de los más afectados debido a la época del año en la que nos encontramos, lucha para salvar la campaña de Navidad. La confluencia del incremento de los precios de transporte, en un sector donde el 80% de los productos provienen de Asia, el retraso en los envíos y la escasez de componentes provoca que, para mantener márgenes, tengan que aumentarse los precios entre un 20% y un 40% en muchos casos.
El sector consumo se encuentra inmerso en lo que denominan «la tormenta perfecta»
Esta subida de los precios finales depende, en gran medida, de la capacidad que tengan las compañías para hacerlo. Así, la rentabilidad de numerosas empresas está en riesgo y solo aquellas con un elevado poder de fijación de precios podrán salir airosas, como es el caso de Ebro Foods y Viscofan. Como alternativa, muchas compañías están optando por la reduflación – la mezcla entre reducción e inflación-, manteniendo los precios, pero reduciendo la cantidad del producto. Este fenómeno mantiene el gasto, pero multiplica el precio real, alcanzando en algunos casos un aumento del 15,7%.
Esta situación también ha causado estragos en los hogares, que viven con incertidumbre este escenario y temen el desabastecimiento de cara a Navidad. No obstante, no se espera un serio problema de disponibilidad. Los propios expertos de consumo explican que no habrá un problema de desabastecimiento del mercado, sino que serán determinadas referencias las que podrán verse comprometidas.
A pesar de ello, se recomienda intentar no esperar al último momento para comprar. De manera puntual, algunas cadenas de grandes almacenes, como El Corte Inglés, ya han informado que han sabido adelantarse al problema asegurando tener oferta suficiente tanto para la anticipación de las compras de sus clientes en el pasado Black Friday, como de cara a la próxima campaña de Navidad.
Aun así, pese a que en los últimos años cada vez más adeptos se han unido a la idea de adelantar la compra de regalos a los descuentos puntuales del mes de noviembre, como el Día del Soltero, el Black Friday o el Ciber Monday, el estudio ‘Consumo Navideño 2021’ apunta que el 53% de los españoles va a seguir concentrando la mayoría de sus compras navideñas en el mes de diciembre.
El optimismo es palpable a pesar de todo, pero el sector consumo se enfrenta a una situación difícil de sortear. Quién sabe si, en lugar de cantar villancicos típicos navideños, acabaremos con el clásico musical de Hollywood ‘Cantando bajo la lluvia’, para aprender a cantar bajo esta tormenta perfecta.