No es que el mercado sea euroescéptico, sino que los inversores han preferido ver el vaso medio lleno. Para esta interpretación hay dos argumentos.
El primero sería que sigue habiendo estabilidad a corto plazo, ya que los resultados de las elecciones europeas, no parece que vayan a promover cambios a nivel local en el corto plazo, y además la mayoría en el parlamento europeo no se modifica. De hecho en países como España, Italia o Alemania, el partido del Gobierno actual ha logrado la mayoría.
La segunda interpretación, es que el crecimiento del voto “protesta” o como se quiera denominar, puede presionar a los gobernantes europeos a acelerar el saneamiento de la economía europea con medidas más imaginativas que no sean sólo impositivas o de recorte como hasta ahora.
Ayer ya vimos en Francia anuncios de recortes fiscales y en Italia puede que las reformas políticas se aceleren. Pero adicionalmente, detrás de la reacción alcista también estuvieron las palabras de Draghi que sigue preparando al mercado para una acción del BCE en junio, al decir que la institución no debe resignarse a una inflación excesivamente baja y duradera.
Con estos inputs y con los mercados de EEUU y RU cerrados, las bolsas europeas volvieron a máximos de los últimos años (la alemana a máximos históricos) y la española a los niveles más altos en tres años.
En el mercado de bonos se ha visto el retorno de la inversión y las rentabilidades han vuelto a los bajos niveles de antes de la publicación del PIB europeo. En el caso del bono a 10años español, la rentabilidad se ha quedado sólo a tres pb del mínimo histórico y el diferencial con el alemán a 5pb.
Hoy, se conocerán varios datos relevantes en EEUU, con precios de viviendas en las ciudades, evolución de los pedidos de bienes duraderos, índice de confianza y PMI de servicios. Con estos datos y casi todos los índices en máximos, tendremos volatilidad, aunque la tendencia de fondo sigue marcada por la abundancia de liquidez.
Fuente: Bekafinance