Ayer volvimos a ver un mercado volátil que valoraba con precaución el aparente giro dado por Rusia en la crisis de Ucrania, al apoyar las elecciones del 25 de mayo y anunciar cierta retirada de tropas de las fronteras.
Este menor riesgo, aunque tiene que ser comprobado con hechos, provocó cierta toma de beneficios en los países periféricos como Italia y España. Y esta toma de beneficios, eso sí muy limitada, se vio tanto en la bolsa como en los bonos.
Por otra parte, la presidenta de la FED reiteró que no hay prisa en elevar los tipos de interés y que una política acomodaticia seguirá presente. Esta declaración está en línea con lo que esperamos hoy en la reunión del BCE: palabras de respaldo pero no acciones.
En el caso de la FED las razones dadas para no subir pronto los tipos a pesar de la fortaleza de los datos, son el menor ritmo de recuperación del mercado de la vivienda y la baja calidad de las cifras de empleo (temporalidad, paro de larga duración y bajada de la población activa).
En el caso del BCE, las altas tasas de paro en algunos países de la UEM y el bajo nivel de inflación y precios industriales, serían las razones para que tomase medidas como la bajada de tipos o el inicio de un QE.
Sin embargo, los indicadores de actividad siguen mostrando que la UEM está en un proceso de recuperación sólida, y los últimos datos de inflación de abril se situaron en 0,7% frente al 0,5% de marzo. Por ello no esperamos que en la reunión de hoy se tome ninguna medida concreta.
Para hoy, además de la reunión del BCE y los datos de empleo, el mercado cuenta con la recuperación que han mostrado las exportaciones y las importaciones chinas, que frente a caídas importantes en marzo, han crecido ligeramente en abril. Esto, junto con la distensión en Ucrania y la mejora del mercado americano al final de la sesión, puede permitir hoy rebotes.
Fuente: Bekafinance