Jaume Puig. CEO & CIO de GVC Gaesco Gestión
Tan evidente es que en el año 2018 las bolsas mundiales han bajado como que los beneficios empresariales han tenido unas fuertes subidas
En la zona euro, mientras el índice Eurostoxx-50 ha tenido un descenso del -14,3% en el año, los beneficios por acción de las empresas que lo componen han subido un +17,9%. En Estados Unidos, mientras el índice S&P500 ha tenido un descenso de un -6,2%, sus beneficios por acción han subido un 22,4%. Alguien podría preguntarse, ¿será con ello que las previsiones de beneficios para los próximos años son malas? Todo lo contrario. La previsión del consenso del mercado es que los beneficios de las empresas americanas (S&P500) aumenten un +39,9% en los próximos tres años, y que los beneficios de las empresas europeas (Stoxx600) aumenten un +42,5% en el mismo período.
La forma del descenso bursátil es igualmente destacable. La volatilidad del año 2018 ha sido inferior a la media histórica, y el volumen negociado en los mercados ha sido muy bajo. En el Ibex35 no había un volumen negociado tan bajo desde 2006, y en el Eurostoxx 50 desde el año 2001. Un descenso sin volatilidad ni volumen pierde significancia.