Queridos Reyes Magos, este año pasado las bolsas se han visto condicionadas por muchas incertidumbres y nos han expuesto a un momento delicado. Pese a todo, creemos que hay buenas oportunidades y que hay valores con potencial y recorrido que añadir a las carteras para sacar un buen rendimiento de nuestras operaciones en los mercados financieros.
Es por ello que hago esta carta pensando en los regalos que, casi con toda seguridad, más vais a repartir en estas fechas.
Regalar tecnología en Navidad es una apuesta segura. Siempre pendiente de todas las novedades que presenta el sector, el valor tecnológico que no puede faltar en la carta de este año tiene que caracterizarse por estar de moda, como es el caso de la firma de semiconductores STMicroelectronics. Sus buenas perspectivas hacen de ella el gadget perfecto para presumir delante de familiares y amigos.
Desde un fin de semana rural hasta la visita a alguna capital europea, los regalos relacionados con el turismo destacan por la ilusión de un destino ansiado. La compañía de alquiler de vehículos Europcar, que representa el sector turístico en nuestra carta, destaca por su versatilidad, pero también por unos resultados a medio y largo plazo con buenas perspectivas.
Con las rebajas de invierno a la vuelta de la esquina, pediremos prendas de vestir y moda de fondo de armario. La elección es el conglomerado del sector del lujo LVMH Moët Hennessy – Louis Vuitton, un valor sólido, clásico, que aporta seguridad a la cartera, digno de cualquier look y complementario a las compañías más novedosas.
Las Fiestas son un periodo de fraternidad y de solidaridad, con lo que no puede faltar en la lista regalos una inversión en empresas con impacto social positivo, como las dedicadas al desarrollo sostenible o a la investigación de enfermedades raras, como es el caso de la farmacéutica Recordati.
Los buenos propósitos para el nuevo año suelen incluir una asignatura pendiente para casi todos, como es la de hacer más deporte. Por ello, nuestra carta a los Reyes Magos debe incluir algún activo que haya acabado 2018 subiendo pulsaciones, como el fabricante de máquinas de fitness Technogym. Un valor fuerte y resistente, pero también expuesto al riesgo y la volatilidad.
En la mayoría de hogares, la falta de luz natural invernal se suple iluminando balcones, pesebres y árboles de Navidad, y por ello pedimos también un regalo lleno de luz. Un valor eléctrico, sobre todo con gran peso de las energías renovables como es Iberdrola, puede iluminar nuestra cartera después de cerrar el pasado ejercicio al alza.
La buena mesa es uno de los elementos centrales de estas fiestas. Queremos algo dulce. Aquí, la moda del kilómetro cero también se impone, con lo que será un valor seguro contar con un activo del área de alimentación y bebidas, especialmente de origen nacional, con crecimiento en los productos orgánicos y saludables y con carácter defensivo. Es el caso de Ebro Foods.
Los perfumes son otro de los grandes clásicos regalos navideños. No puede faltar en nuestra lista de obsequios un valor como la tienda de moda online Zalando, de carácter cíclico y que pueda beneficiarse de las subidas de cotizaciones con el cambio de año.
Aunque las bicicletas suele ser uno de los regalos estrella, este año los patinetes eléctricos parece que les han robado protagonismo. Habrá que introducir siempre en nuestra cartera un valor fuerte y versátil del sector transporte, que sea adaptable a los cambios, como el grupo de componentes para la automoción Gestamp.
Cuando la imaginación no da para más, siempre queda el recurso de regalar algo de dinero a los más pequeños de la casa para que puedan empezar a llenar la hucha. Aquí destacan valores como BME con una buena remuneración a corto plazo.
Hasta aquí mi carta. Espero que nos hayamos portado bien para que los mercados este año nos brinden grandes oportunidades.