Jaume Puig. Director General de GVC Gaesco Gestión
Las bolsas europeas están recuperando su buen tono, y están subiendo hasta el punto de que el 92% de las sesiones de este año 2016 han cotizado por debajo de los niveles actuales. Alguien podría pensar que esto es así por el excelente inicio de la campaña de resultados empresariales. Hasta ahora, han presentado resultados una quinta parte de las empresas que componen el índice S&P 500. Las ventas han sido un 2,5% superiores a las del año pasado y los beneficios un 4,0% superiores. Respecto a las previsiones existentes, las ventas las han superado en un 0,9% y los beneficios en un 6,8% y, además, por cada empresa que ha presentado resultados peores a los previstos, ha habido 4,3 empresas que han presentado resultados mejores.
Aun siendo unos grandes resultados, no se trata de ninguna novedad. Las sorpresas llevan siendo positivas trimestre tras trimestre sin que los mercados reaccionaran a los mismos. ¿Por qué ahora sí? Posiblemente, la subida bursátil esté más relacionada con los datos de inflación que se publican. En EE.UU., la última tasa de inflación ha sido del 1,5%, cuando hace justo un año era del 0%. En la Zona Euro, la tasa de inflación es del 0,4%, cuando hace un año era del -0,1%. Sabemos, además, como ya argumentábamos hace meses, que las tasas de inflación seguirán subiendo, dado que la inflación subyacente es del 2,2% en EE.UU., del 0,8% en la Zona Euro, y que el precio del petróleo está estabilizado. Sabemos pues que los tipos de interés subirán.
La implicación para los mercados es triple: subida de las bolsas, liderazgo de las empresas cíclicas y hundimiento de los mercados refugio como la renta fija a largo plazo o el oro, con la única excepción del dólar. ¡Abróchense los cinturones!
Artículo publicado en La Vanguardia – Sección Dinero del domingo, 23 de octubre de 2016