Carros de supermercado llenos de papel higiénico, estanterías de productos básicos casi vacías, trabajadores esenciales saturados… Lejos quedan las imágenes de la vorágine de consumo en los supermercados y en e-commerce que marcaron el inicio de la pandemia. En un momento en el que parece que se empieza a ver la luz al final del túnel de la pandemia y de este tramo oscuro de la historia reciente, el sector del gran consumo refleja una imagen optimista en los mercados e índices bursátiles. Optimista, pero cauta y prudente.
Los primeros meses de 2021 han estado marcados por una realidad parecida a la de los últimos tramos de 2020. El sector de la alimentación y el tecnológico consolidan su tendencia alcista, aunque de forma más moderada que en marzo o abril del año pasado, meses que quedaron definidos por el torbellino consumista pandémico. Por su parte, sectores como el textil, la hostelería o la belleza siguen a la espera de las buenas noticias en cuanto a los planes de vacunación o la reducción de contagios y restricciones.
Es innegable que el consumo aún no se ha recuperado ni reactivado totalmente. Múltiples restricciones siguen en vigor, la incertidumbre aún está latente y la imagen de las calles abarrotadas de transeúntes observando escaparates y entrando y saliendo de establecimientos con las manos repletas de bolsas no parece una visión realista en el corto plazo. Sin embargo, el Índice de Confianza del Consumidor obtuvo este pasado febrero las mejores cifras desde el inicio de la pandemia, superando los 65 puntos. Si bien quedan muy lejos los 85,7 puntos de febrero de 2020, el optimismo es palpable.
En los mercados bursátiles también se empieza a reflejar cierta positividad y se intuye un cambio de tendencia desde los sectores más defensivos hacia los más cíclicos. Por un lado, los ganadores de 2020, principalmente del sector alimentación con, por ejemplo, Viscofan y Ebro Foods, acumulan una caída en 2021 del 4,2% y 9,3% respectivamente. Sin embargo, los sectores más castigados por la pandemia toman carrerilla y se posicionan como preferidos, con crecimientos desde inicios de año del 19% en el caso de Amrest, del 12% en Inditex, y del 11% en Coca Cola European Partners, compañías vinculadas a la restauración y al fast fashion.
Para analizar con rigor qué es lo que puede pasar en el sector del gran consumo en 2021 y en adelante, los expertos señalan que es necesario tener en cuenta tres elementos claves. El canal online y el delivery / take away son, junto con los supermercados regionales, las palancas de crecimiento en el sector del gran consumo para este año. Más concretamente, destaca el papel del e-commerce, que ha conseguido consolidarse como un hábito de compra en el mercado español y que ya fue una herramienta básica en 2020 para compensar las pérdidas derivadas del cierre de las tiendas.
En este sentido, son claros ejemplos de este impulso online empresas como Inditex, con un crecimiento de ingresos en canal online del 77% en 2020; Fnac, con un auge del 60% en el segundo semestre del año; o los supermercados Dia, con una subida del 121% a lo largo del curso.
Ahora, estas compañías y todas las del sector deben mantener la base de clientes obtenida durante el año sin perder rentabilidad, un objetivo en el que ya están trabajando y que marcará al sector en los próximos meses y años. Para ello, las grandes empresas están reorganizando sus planes estratégicos, poniendo el foco en la mejora y desarrollo del mundo digital y tecnológico para encontrar la fórmula perfecta en la que canal físico y online puedan ir de la mano sin dañar los márgenes a base de bajadas de precios.
Pasado lo peor y una vez la situación empiece a normalizarse, todos los sectores van a experimentar una corrección en sus ritmos de crecimiento, tendiendo a estabilizarse. Mientras que el sector de la alimentación va a ver reducido su crecimiento, el textil cogerá impulso, con crecimientos esperados de doble dígito. El apoyo de la apertura total de las tiendas físicas, un canal online a prueba de pandemias dispuesto a mejorar las rentabilidades obtenidas en los años pre-covid, y una población con ganas de volver a la normalidad, son tres pilares que impulsarán el crecimiento del sector.
Las perspectivas futuras en este sector auguran buenas noticias para los inversores, sobre todo en ámbitos que han sufrido especialmente los efectos de la Covid-19 y las restricciones consecuentes.
Es el momento de ponerse a la cola y pedir turno en el sector del gran consumo, pues hay valores en oferta y la calidad es excepcional.