La capacidad de reaccionar racionalmente ante estímulos, su habilidad lógica y de razonamiento, también ha sido un elemento clave en las definiciones del ser humano, elevándolo a la categoría de Homo Rationalis. Esta racionalidad del Homo Rationalis y de aquello que construye y crea se hará palpable en los mercados financieros en 2021.
A lo largo de la historia, filósofos, científicos, antropólogos e intelectuales de las ramas más diversas han definido al ser humano en infinidad de maneras distintas. Su emocionalidad, sus creencias o su capacidad social han sido algunos de los aspectos que han copado las descripciones del ser humano durante siglos.
Ante cualquier situación inusual, que cambia el statu quo de aquello a lo que están acostumbrados los inversores, multitud de movimientos irracionales se desatan en los mercados. Esta irracionalidad tiende a corregirse en un momento determinado, un proceso de corrección que se inició el pasado noviembre con el anuncio de la eficacia de la vacuna de Pfizer.
Los inversores entendieron que la situación coyuntural provocada por el Covid-19 en las economías y en los mercados financieros tiende a subsanarse con el paso del tiempo.
Curiosamente, los sectores que más subieron en noviembre fueron los más castigados durante el año, que coinciden con sectores muy ligados al consumo y a la inversión. Ese proceso de ajuste y de vuelta a la racionalidad, iniciado hace poco más de un mes, es muy previsible que continúe a lo largo del 2021, coincidiendo con la llegada efectiva de las vacunas de los distintos laboratorios farmacéuticos.
Aun así, a pesar del inicio del proceso de racionalización, muchos sectores y compañías cíclicas y ligadas al consumo siguen cotizando a unos múltiplos que podríamos considerar bajos, teniendo en cuenta la base histórica de dichos sectores y su comportamiento en crisis pasadas.
Estos sectores siguen cotizando con caídas muy abruptas en lo que va de año, por lo que aún tienen un elevado margen de mejora, teniendo en cuenta que cotizan con fuertes descuentos respecto a su valor fundamental.
En la vuelta a la senda de la sensatez y el raciocinio que experimentarán los mercados en 2021, hay ciertos sectores que se verán especialmente beneficiados.
La llegada real de la vacuna tendrá un gran impacto en los segmentos más ligados al consumo; los sectores más cíclicos considerados Value.
Entre estos, cabría destacar a bancos, industria pesada, sector retail, automóviles y turismo, incluyendo aerolíneas, hoteles, cruceros…
Así y todo, en su afán de tomar decisiones lógicas y razonables, la racionalidad del homo rationalis debe contar con información correcta y previsiones sólidas. Desafortunadamente, es muy complejo evaluar el impacto económico que tendrá la pandemia del Covid-19.
Si viajamos 100 años atrás y analizamos brevemente los efectos de la Gripe Española, mucho más mortífera que la pandemia actual, podemos ver que esa pandemia fue seguida por los Dorados años 20, con un fuerte crecimiento económico.
En este sentido, se puede esperar que la nueva década que iniciamos esté caracterizada por un fuerte auge gracias al potente ajuste que han realizado las empresas durante este año, a la rápida actuación de gobiernos y bancos centrales, y a unos costes financieros y tipos en mínimos históricos.
Pero, ¿qué pasa más allá de los mercados financieros? ¿Qué debe hacer el homo rationalis ante una situación sin precedentes como la que vivimos? La clave está en el crédito. En la actual crisis en la que estamos inmersos tenemos una pequeña ventaja respecto a la debacle de 2008, y es que los balances del sector bancario son mucho más positivos y las ratios de solvencia están a niveles muy superiores.
Estos balances sanos, junto con el proceso de consolidación que se está produciendo y el apoyo de los bancos centrales, van a permitir que la liquidez siga fluyendo hacia las familias y empresas, con lo que se va a poder salvar a muchos autónomos y pequeños empresarios, ya que el consumo y la inversión no se va a paralizar como ocurrió en el 2009 y años posteriores.
Con todo, cabe esperar que 2021 nos devuelva al camino de la racionalidad. Los mercados financieros no dejan de ser creación del ser humano y, aunque muchas veces, demasiadas, nos empeñemos en no parecerlo, somos homo rationalis.