Tres han sido los momentos clave del inversor en 2020. El primero a mediados de marzo, cuando el mercado sobrereaccionó al impacto covid. Como decíamos entonces, 22 de marzo, en esta misma columna, estábamos ante una ocasión de compra de las que se dan una vez cada década, y esperábamos una V. Cualquier inversor que haya comprado ha obtenido unos resultados estratosféricos.
El segundo momento fue a finales de julio, una vez The Lancet publicó los resultados de las fases I y II de diversas vacunas. Por primera vez tuvimos conciencia de que varias vacunas serían anunciadas este mismo año. Decíamos entonces, 26 de julio, que recomendábamos la estrategia inversora que bautizamos como ”Buy Before the Vaccine”, es decir comprar aquellos sectores bursátiles más castigados por el virus antes de que la vacuna fuera anunciada.
El tercer gran momento fue el 9 de noviembre, cuando la primera de ellas, la de Pfizer, fue publicitada, cumpliéndose los vaticinios, con una fortísima subida de los mercados y con las empresas “value” batiendo con creces a las ”growth”. El índice MSCI Europe Value ha obtenido una rentabilidad superior a la del índice MSCI Europe Growth en un 12,5% desde ese día. Reto, por cierto, a cualquier inversor a que sepa distinguir el gráfico de la evolución del Ibex-35 de la del índice MSCI Europe Value, no en vano el Ibex-35 es “value”, por su composición.
Las vacunas marcan el inicio del fin de los efectos económicos del virus, lo cual unido al férreo control de costes ya implementado por las empresas, deja vía libre al aumento de resultados empresariales, vía el apalancamiento operativo.
En ese caso, ¿cómo debería ser el año bursátil 2021?… como Noviembre 2020.
Artículo publicado en La Vanguardia del domingo, 06 de diciembre de 2020